Seguro que has oído hablar de las puntuaciones de crédito, gracias a todos esos comerciales con esas cancioncitas terribles, pero, ¿qué es lo que de verdad sabes acerca del tema? ¿Desde cuándo existen? ¿Por qué hay que revisarlas?
Una puntuación de crédito es un número (generalmente entre 300 y 850) que representa tu capacidad o confiabilidad crediticia. Es una medida estandarizada que las instituciones financieras y compañías de tarjetas de crédito usan para determinar el nivel de riesgo que corren cuando están tomando en cuenta otorgarte un préstamo o una tarjeta de crédito. Básicamente proporcionan un panorama general de qué tan probable es que pagues tus deudas a tiempo. Con el uso generalizado de este sistema se ha conseguido que el crédito esté disponible más ampliamente y que resulte menos caro para muchos consumidores.
El sistema de puntuación de crédito que conocemos hoy en día ha estado vigente desde los años ochentas. Antes de esa época no había una manera estandarizada para medir la capacidad crediticia, y entonces las entidades individuales decidían con base en su juicio si le prestarían o no dinero a una persona. El método antiguo era lento, inconsistente y muy tendencioso, por lo que se introdujo un sistema de puntuación de crédito.
La puntuación FICO® es el modelo de puntuación de crédito mejor conocido y más ampliamente usado en Norteamérica. Fue presentado en 1989 por FICO, que en aquel entonces se llamaba Fair, Isaac and Company. El modelo de la puntuación FICO es usado por la mayoría de los bancos y entidades que otorgan créditos, y se basa en los archivos del crédito del consumidor provenientes de tres agencias de informes crediticios: Experian, Equifax y TransUnion. Dado que el informe de crédito de un consumidor contiene información diferente en cada una de las agencias, las puntuaciones FICO pueden variar dependiendo de cuál de ellas esté proporcionando la información a FICO para generar la puntuación.
Cuando recién aparecieron las puntuaciones de crédito se utilizaron principalmente para prestar dinero. Hoy en día estas puntuaciones tienen mucho más peso, y es por esto que es importante entender cómo es que se calculan. Tu pago mensual del auto, tu capacidad de conseguir ese lindo apartamento, e incluso la decisión de contratarte por parte de un jefe potencial para un trabajo que estés solicitando son situaciones que pueden resultar influenciadas por tu puntuación de crédito.
Una puntuación de crédito muy buena (740 a 800 puntos) o excepcional (800 puntos o más) significa que estás en buenas condiciones. Una puntuación de menos de 580 se considera baja y pudiera ser que te negaran un préstamo. Las puntuaciones en el rango de aceptable a bueno (580 a 670) pudieran conseguirte la aprobación del préstamo, pero la tasa de interés sería más alta que si contaras con un crédito excepcional. A nadie le gusta la idea de tener que pagar más porque sí, y por eso es importante tener hábitos de crédito que hagan crecer tu puntuación general.
Tomar un momento para familiarizarte con cómo se calculan las puntuaciones de crédito es el primer paso para conseguir una puntuación sólida. Cada agencia de informes crediticios hace un cálculo ligeramente diferente, pero el desglose básico es algo así: